Coacción

Los términos coacción y violencia privada[1]​ se emplean con frecuencia en derecho, en ciencia política y en sociología para referirse al uso de la fuerza que se impone a una persona para obligarla a decir o a hacer algo contra su voluntad.[2]

Esta puede ser legítima, por ejemplo, cuando el Estado se reserva el monopolio del uso de la fuerza para las fuerzas de seguridad,[3][4]​ o ilegítima cuando un sujeto priva de la libertad a otro sin razón legal.[5][6]

Coacción en el derecho penal

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En el derecho penal existe el delito de coacción, que supone utilizar la violencia para impedir a la persona realizar un acto que la ley no prohíbe. En el sentido contrario, también se produce coacción cuando se obliga a la persona mediante la violencia ilegítima a adoptar un determinado comportamiento en contra de su voluntad. Se lo encuentra por ejemplo en el artículo 172 del Código Penal de España,[7]​ o el artículo 149 bis, del Código Penal de la Nación Argentina.[8]

Coacción en el derecho civil

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En el derecho civil la coacción es un vicio del consentimiento, y se lo denomina violencia o fuerza.[9]​ Por lo general se establece la nulidad de pleno derecho o la inexistencia de todos los actos realizados bajo coacción.

Posturas ideológicas

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Los libertarios, entre otros, le dan un sentido peyorativo especial, haciendo ver que consideran ilegítimos los acuerdos suscritos mediante el uso de la fuerza. Los anarquistas y pacifistas están en contra de cualquier pacto coaccionado o no voluntario (no coacción), sobre todo si la coacción es sistematizada a través de alguna institución, como el Estado.

Véase también

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Referencias

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