Marco Avellaneda

Marco Avellaneda


Gobernador de la provincia de Tucumán
23 de mayo de 1841-3 de octubre de 1841
Predecesor Gregorio Aráoz de Lamadrid
Sucesor Celedonio Gutiérrez

Información personal
Nacimiento 18 de junio de 1813 Ver y modificar los datos en Wikidata
San Fernando del Valle de Catamarca (Argentina) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 3 de octubre de 1841 Ver y modificar los datos en Wikidata (28 años)
Buenos Aires (Argentina) Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Cementerio de la Recoleta Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Argentina
Familia
Padre Nicolás Avellaneda y Tula Ver y modificar los datos en Wikidata
Hijos
Educación
Educado en Colegio Nacional de Buenos Aires Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Político Ver y modificar los datos en Wikidata

Marco Manuel Avellaneda (Catamarca, 18 de junio de 1813 - Metán, 3 de octubre de 1841) fue un político argentino, gobernador de la Provincia de Tucumán y padre del presidente Nicolás Avellaneda.

Biografía[editar]

Marco Avellaneda nació en la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca el 18 de junio de 1813, siendo hijo de Nicolás Avellaneda y Tula, primer gobernador de Catamarca y uno de los hombres más destacados de la Revolución de Mayo en su provincia, y de María Salomé González Espeche.

Marco aprendió las primeras letras en la escuela franciscana del padre Ramón de la Quintana, quien enseñaba Latín y Retórica. En 1823, sus padres se trasladaron a Tucumán y Marco pasó a Buenos Aires con una beca oficial para estudios en el Colegio de Ciencias Morales, siendo uno de los beneficiarios de las becas creadas por inspiración de Bernardino Rivadavia. Allí hizo amistad con Alberdi, Marcos Sastre, Vicente Fidel López, Marcos Paz, Carlos Tejedor y Juan María Gutiérrez. Luego de finalizar sus estudios secundarios, Avellaneda ingresa a la Universidad de Buenos Aires para seguir estudios en Derecho, terminando sus estudios con notas sobresalientes, obteniendo el grado de doctor el 5 de mayo de 1834, a comienzos del gobierno de Juan Manuel de Rosas. Ya por entonces se destacaba como orador, y sus compañeros lo llamaban Marco Tulio. Colaboró por esos años en el periódico El amigo del país. Quiso quedarse en Buenos Aires, pero sus padres lo llamaron a Tucumán.

De regreso a Tucumán, Avellaneda fue elegido presidente de la Sala de Representantes de la provincia. Tenía apenas veinticinco años y ya se destacaba por su oratoria y sus ambiciones. A su actividad legislativa le sumaba sus iniciativas constitucionales. En 1833, presentó un proyecto de reforma constitucional considerado uno de los más avanzados y actualizados de la época.

El gobernador Alejandro Heredia lo distinguió con su amistad. Dice Emilio Carilla que "su trayectoria de hombre público es de ascensión rápida: síndico procurador, secretario de la Junta Protectora de la Escuela de Lancaster y legislador, en 1835. Tres años después, a los 25 de edad, es ya presidente de la Sala de Representantes de Tucumán". Autor de proyectos interesantes, se le atribuye el de una Constitución, en 1833.[cita requerida] Conspiró en el asesinato de Alejandro Heredia, en 1838, y la Legislatura que presidía Avellaneda se pronunció contra Rosas, el 7 de abril de 1840. Es punto de partida de la reacción regional —la Liga del Norte— contra el jefe de la Confederación. Avellaneda fue, sucesivamente, ministro de los gobiernos de Bernabé Piedrabuena, de Pedro Garmendia y del delegado Gregorio Aráoz de Lamadrid.

Derrotada la Liga del Norte por Manuel Oribe en la batalla de Famaillá, el 19 de septiembre de 1841, Avellaneda debió exiliarse. A caballo, se dirigió a San Javier, pasó por Raco y siguió hacia el norte, buscando alcanzar Jujuy. Pero en la estancia La Alemania fue traicionado y arrestado por Gregorio Sandoval, quien decidió pasarse al bando rosista. Junto con otros oficiales fue entregado a Oribe. Este dispuso su enjuiciamiento por traición, ya que había trabajado para el boliviano Santa Cruz en su invasión al norte argentino y con Lavalle, que en ese momento había ocupado con ayuda francesa la isla Martín García. Declarado culpable, fue ejecutado por el coronel Mariano Maza, miembro de la mazorca de Rosas uno de sus múltiples asesinos degollándolo el 3 de octubre en Metán. Su cabeza fue expuesta para escarmiento (propio de las salvajadas de Rosas), clavada en una pica, en el centro de la Plaza Independencia (en la actualidad se conserva la pica). Según la tradición, Fortunata García de García la sacó de noche y le dio sepultura en el convento de San Francisco.

Marco Avellaneda, apodado "el mártir de Metán", fue otro de los tantos patriotas ejecutados por la gente de Rosas. Una suerte similar corrió el gobernador José Cubas. Catamarca fue la última de las provincias de la Coalición del Norte en caer bajo el régimen rosista; luego del combate de Amadores —donde el entonces gobernador interino Marcelino Augier es derrotado frente a Mariano Maza— todos los unitarios debieron exiliarse.

Placa que recuerda el lugar donde fue exhibida su cabeza en la plaza Independencia de San Miguel de Tucumán
Tumba de Marco Avellaneda en el cementerio de la Recoleta.

Referencias[editar]

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